Jeannette Jara (PC) se impuso con holgura en las primarias del oficialismo, obteniendo un 60,2 % de los votos y superando con más del doble a su contendora más cercana, Carolina Tohá (PPD-PS), quien alcanzó un 28 %. Más atrás quedaron Gonzalo Winter (Frente Amplio) con un 9 % de las preferencias, y Jaime Mulet (FRVS), con apenas un 2,8 %.
En entrevista con Fast Check CL, Roberto Munita analiza estos resultados y sostiene que detrás la victoria de Jeannette Jara hay un diseño: «El comando se dio cuenta que cualquier ligazón con el PC solo iba a restar y no iba a sumar votos». Además, comenta el desfonde de la centroizquierda tradicional.
Munita es abogado y Magíster en Sociología de la Universidad Católica y Máster en Gestión Política de la George Washington University, USA. Actualmente se desempeña como director de la carrera de Administración Pública de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello (Unab).
Roberto Munita: “La centroizquierda, la socialdemocracia, hoy queda sin liderazgos”
— ¿Qué explica la victoria tan aplastante de Jeannette Jara en el oficialismo?
Se explica más que por Jeannette Jara misma, por la derrota de los otros dos principales candidatos, de Tohá y Winter. Porque si uno revisa los datos, Jara aumentó un poco su votación respecto de Jadue, pero no es mucho. Jara hizo lo que tenía que hacer, acudió al voto duro del Partido Comunista y logró conseguir algo más de votos por su perfil propio, pero no mucho más que eso.
— ¿Y el rendimiento electoral de Jara se traduce a ese cierto desperfilamiento de la línea del PC?
Efectivamente hubo un diseño por parte de la candidata Jara de desligarse del PC todo lo que pudo. Incluso, se supo que el mismo presidente del partido quería que Jadue asumiera un rol en la primera línea. Ella no quiso. También la misma cúpula del PC trató de influir con ciertas ideas, como lo del proceso constituyente o si Cuba era una democracia. En todo estos casos, el comando se dio cuenta que cualquier ligazón con el PC solo iba a restar y no iba a sumar votos.
— ¿Hacia dónde debe crecer Jeannete Jara para recoger votantes que no son necesariamente de izquierda y que no participaron de esta primaria?
Jara ya lo empezó a delinear, lo vimos en su discurso de triunfo. Hizo un discurso muy ciudadano, muy poco político. Ella habla de su relato personal, de que es una persona que viene de una familia de esfuerzo, que fue de primera generación universitaria, que es de Conchalí, que fue dirigente de una federación de estudiantes. Además, tiene detrás su gestión como ministra del Trabajo. Todos esos factores son los que ella, si yo fuese su asesor, utilizaría para obtener más votos.
El desfonde de la centroizquierda
—En una columna que publicaste en La Tercera, hablaste de la batalla cultural que debía enfrentar Carolina Tohá en el oficialismo, ¿en qué parada queda el mundo de la centroizquierda tras la derrota?
Esa batalla queda en el peor de los mundos. La centroizquierda, la socialdemocracia, hoy queda sin liderazgos y lo peor es que no ha podido levantar uno desde Michelle Bachelet. No hay una generación de recambio, algo similar a lo que le sucede a la «Roja», y se queda sin ideas.
Porque las ideas que trató de levantar Carolina Tohá no gozaron de mayor interés por parte de la opinión pública. En esta batalla cultural, la socialdemocracia la ha estado perdiendo y la ha ganado sin lugar a dudas la izquierda más dura.

— ¿La derrota de Carolina Tohá confirma el agotamiento del proyecto histórico de la Concertación y sus herederos?
Sí, y no es culpa de Tohá solamente, viene de hace bastante tiempo. Hay que recordar que para el primer proceso constituyente, al Frente Amplio le fue bastante bien, al Partido Comunista le fue muy bien, apareció la Lista del Pueblo; en cambio, a la antigua Nueva Mayoría le fue muy mal.
Esto es un choclo que se ha ido desgranando durante los últimos años, no solamente ahora. Sin ir más lejos, la retórica que hubo en el estallido social -no son 30 pesos, son 30 años- fue justamente el comienzo del declive de la Concertación. Allí estuvo el primer problema de la ex Nueva Mayoría, no supieron ponerle un signo pare a eso, sino que dejaron que el relato contra los 30 años se empezara a establecer como una verdad.
“Hay una molestia, una ruptura entre este elector que cree en una nueva izquierda y el Gobierno”
— De lo que queda de la centroizquierda, ¿de dónde se pueden salvar los muebles?
Esto de salvar los muebles es algo que se viene discutiendo hace bastante tiempo. Ya se dijo para la elección municipal del año pasado. A la socialdemocracia no le fue tan mal, pero tampoco tan bien; salvaron los muebles. Con Jara de líder del sector, abogando por una lista parlamentaria, que probablemente va a beneficiar más a los candidatos del ala más dura del PC y del Frente Amplio, el mejor de los eventos para el Socialismo Democrático es salvar algo, pero puede que no logren eso y se viva un proceso similar al del primer proceso constituyente.
—Considerando que están en el poder y que tuvo malos resultados el día de ayer, ¿falló el Frente Amplio en convertirse en una alternativa a la centroizquierda tradicional o se mimetizó en la candidatura de Jara?
Mucho elector que había optado por el Frente Amplio en las últimas elecciones, terminó votando por Jeannette Jara, y eso demuestra una desafección con el proyecto y con el Gobierno, con el Presidente. Hay una molestia, una ruptura entre este elector que cree en una nueva izquierda y el Gobierno, probablemente por los distintos problemas e irregularidades que ha tenido, como el caso ProCultura, Democracia Viva, etc.
También creo que se fue decepcionando al encontrarlo más amarillo o más débil. Recordemos que el relato que tenía el candidato Boric o el diputado Boric, era mucho más radical que lo que ha tenido el Presidente Boric, y ese debilitamiento de la propuesta fue resentida por su gente y eso demuestra que no se fueron con Tohá, sino que con Jara.
