Por Álvaro Marchant
Hace un tiempo que distintos influencer comparten en redes sociales sus experiencias con el Ozempic, un medicamento que aseguran aceleraría la disminución de peso. Así como el Ozempic, fármacos como el Wegovy y Saxenda, cumplen funciones similares ya que son producidos por el laboratorio Novo Nordisk, farmacéutica danesa.
Celebridades de talla mundial como Elon Musk, Tracy Morgan, Oprah Winfrey, entre otras, reconocen que utilizaron el fármaco para tratar el sobrepeso. En Chile, el caso más reciente fue el de la modelo Lisandra Silva, quien confesó que, producto del consumo de Ozempic, terminó hospitalizada.
En 2023, el Instituto de Salud Pública (ISP) advirtió de la utilización de este medicamento como mecanismo para bajar de peso. En esa ocasión el organismo hizo el llamado a “no utilizar este producto para estos fines, debido a que la única indicación aprobada en Chile para este medicamento es como monoterapia para pacientes con diabetes en casos de contraindicación o intolerancia a la metformina”.
Desde el ISP explicaron a Fast Check CL que el Ozempic “esta aprobado para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Entre sus indicaciones no está el tratamiento de sobrepeso”, confirmando la versión entregada en 2023.
Novo Nordisk al percatarse de los beneficios que tenía el Ozempic en el combate contra el sobrepeso, optó por disminuir la dosis de Semaglutida, componente clave del medicamento mencionado. De esta forma, registraron en el ISP a Wegovy, el cual, según confirma el ISP, “su indicación es para el tratamiento de sobrepeso”.
¿Para qué sirve el Ozempic y por qué es utilizado para bajar de peso?
El Ozempic, al igual que el Wegovy, contiene un componente denominado semaglutida, el cual actúa de la misma forma que la hormona GLP-1 producida por el intestino.
La hormona mencionada estimula la secreción de insulina y suprime la de glucagón, cuya función es incrementar los niveles de glucosa en la sangre. Por esta razón, los medicamentos que cuenten con este componente se utilizan para tratar la diabetes tipo 2.
En el caso del Saxenda, cuenta con un componente denominado liraglutida, cuya forma de operar es similar a la semaglutida. Cualquiera de los medicamentos de esta familia se aplican mediante punciones, las cuales cada dosis supera los 100.000 mil pesos y deben aplicarse una vez por semana.
El alto valor de estos medicamentos, en algunos casos, hace imposible la opción de acceder a ellos. Ante esta realidad, una de las vías para obtener una dosis de estos fármacos sería a través del Plan de Acceso Universal a Garantías Explícitas en Salud (GES).
El paciente solo podría optar por el Ozempic si padece de diabetes tipo 2, ya que esta enfermedad se encuentra en el listado de patologías. No obstante, desde el Ministerio de Salud, reconocieron que este fármaco tampoco se entrega a través del plan GES para tratar la diabetes.
La doctora Cecilia Vargas, diabetóloga y expresidenta de la Sociedad Chilena de Diabetología, explica a Fast Check CL que el Ozempic, además de ser útil para el tratamiento de la diabetes “también se indica para el control de peso, hígado graso, y se han encontrado ciertas utilidades en personas en que pueden tener prediabetes o accidentes cardiovasculares”.
El efecto por el que el Ozempic y sus homólogos permiten bajar de peso es debido a que retrasan el proceso de los alimentos ingeridos, por ende, cada comida permanece por más del tiempo normal en el estomago. En concreto, el medicamento entrega una sensación de saciedad prolongada.
La lógica diría que al consumir menos comidas al día la falta de nutrientes podría aumentar, y en consecuencia causar efectos adversos para la salud de los consumidores.
Ante esta consulta, la diabetóloga comenta que “todo esto tiene que ir acompañado con una buena pauta nutricional, o sea, estos pacientes tienen que ser educados de manera de que reciban efectivamente sus requerimientos nutricionales de manera adecuada”.
Respecto a la automedicación, la doctora Vargas recalca que “tienen que tener una indicación y la certeza de que sea realmente útil al paciente, ya que estos medicamentos son para un perfil de personas, no para todos. La persona debe cumplir ciertas características, y por lo tanto, la automedicación por supuesto que no está recomendada. Es bastante peligrosa“.
Según la doctora, personas que hayan sufrido alguna enfermedad pancreática, cáncer medular de tiroides o neoplasia endocrina, no deberían usar este tipo de fármacos.
En relación a lo mismo, la profesional recalca que es importante que consumir estos medicamentos sin una guía adecuada puede desembocar en “aspectos de salud mental o de tipo osteomuscular”, como puede ser la pérdida de masa muscular.
En primera persona
Gabriela Figueroa (29) es enfermera de profesión, según cuenta, conoció este tipo de medicamentos mientras cursaba su pregrado. Sin embargo, su relación con estos fármacos comenzó luego de que experimentara un alza de peso considerable a raíz de un “tratamiento prolongado con dosis altas de corticoides”.
Desde enero de 2023 hasta diciembre del mismo año utilizó Saxenda, fármaco hermano del Ozempic. “Considerando el riesgo en el que estaba por el aumento de peso, consideré que su uso iba a ser un beneficio para mi salud”, comenta Figueroa.
La mujer se describe como una persona deportista y que siempre ha llevado una alimentación en concordancia de sus necesidades. Por esta razón, explica que el fármaco tomó un rol “adyuvante” a su estilo de vida.
Según el Registro Sanitario del ISP, Saxenda se encuentra indicado en combinación de una dieta balenceada y actividad física. Además, el medicamento está aprobado para tratar a personas con “un indice de masa corporal (IMC) inicial de 30 kg/m2 (obesidad), o 27 kg/m2 a <30 kg/m2 (sobrepeso).
Gabriela Figueroa cuenta que el consumo de Saxenda no fue una opción automedicada, sino que constantemente visitaba al nutricionista y nutriólogo, quienes le indicaban los pasos a seguir. Sumado a eso, concurría a controles médicos cada 4 semanas e incluso previo a iniciar el tratamiento cuenta que “me hice una ecografía de tiroides porque el uso de estos fármacos se asocia a un tipo de cáncer tiroideo agresivo, 6 meses después de iniciado el tratamiento se repitió la ecografía tiroidea y a los 12 meses también”.
Figueroa comenta que su experiencia con Saxenda fue “muy buena” y logró bajar un porcentaje de grasa corporal importante sin perder masa muscular, uno de los objetivos que tenía. “Las punciones con el tiempo se volvieron parte de mi rutina diaria”, relata la enfermera.
Efectos secundarios
Dentro de los efectos secundarios que puede ocasionar el Ozempic, Sexanda y sus derivados, la diabetóloga menciona que son “molestias gastrointestinales, porque como el medicamento hace que el estómago se vacíe más lento, debido a eso pueden haber náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. Pero son síntomas que uno advierte a los pacientes que pueden presentarlos”.
Si bien la experiencia de Gabriela Figueroa fue en gran parte positiva, también presentó algunos síntomas secundarios como dolor abdominal y vómitos.
Al ser consultada acerca si es un medicamento que recomendaría a otras personas, la enfermera cuenta que hay varios aspectos que se deben considerar, uno de ellos, su alto valor. “En el caso del fármaco que utilicé, las agujas se compran aparte y no son baratas, tampoco fáciles de encontrar”.
En la misma línea agrega que si las personas no tienen un entrenamiento adecuado de cómo utilizar el medicamento, realizar las punciones o tienen fobia a las agujas, no es la mejor opción decantarse por estos fármacos.
Es más, “en el único contexto que recomendaría su uso, es si es absolutamente necesario, si la persona tiene los recursos económicos para poder costear el tratamiento, el espacio físico para un almacenamiento adecuado del fármaco, la disciplina para poder autopuncionarse de forma segura, el tiempo para tomarse exámenes y asistir a controles periódicos con médicos”, concluye Gabriela.
El impacto de bajar de peso abruptamente en la salud mental
Una de las aristas importantes a la hora de combatir el sobrepeso es cuidar la salud mental durante y después del cambio físico. Y es que en muchos casos bajar de peso puede ser positivo para las personas, no obstante, en ocasiones lograr ese objetivo confluye con actitudes autodestructivas.
Claudia Cruzat, investigadora del Centro de Estudios de la Conducta Alimentaria (CECA) y decana de la Escuela de Psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez, explica que la sensación de satisfacción puede “aumentar la probabilidad de que las personas persistan el método que las llevó a bajar de peso que, en muchos casos, es perjudicial para la salud”.
Ante las razones que pueden existir detrás de llevar a cabo cambios físicos mediante fármacos u otros vías que aseguren una modificación corporal rápida, Emilio Compte —investigador CECA y director del Magíster en Trastornos Alimentarios— asevera que “las personas experimentan un profundo malestar por aspectos de su apariencia que perciben como inadecuados y un irrefrenable impulso por modificar su apariencia para disipar el malestar”.
Asimismo, Compte agrega que “Sin embargo, la capacidad que tenemos de modificar nuestra apariencia es muy limitada y en todo caso representa un proceso que lleva tiempo. En este sentido, existen estrategias que prometen cambios rápidos a pesar de deteriorar a la salud”.