La niebla que cubría Santiago el día lunes marcaba el ambiente lúgubre de un sitio que podría entregarle una respuesta a familias que llevan décadas preguntándose «¿dónde están?». Se trata del Recinto Militar de Cerro Chena, comuna de San Bernardo, lugar donde diversos informes oficiales y procesos judiciales acreditaron el funcionamiento de un centro clandestino de detención durante la dictadura militar.
Tras el ingreso de una querella por los delitos de inhumación y exhumación, la Corporación Memorial Cerro Chena —con el apoyo del Plan Nacional de Búsqueda— comenzaron indagaciones en la zona donde actualmente se encuentra la Escuela de Infantería del Ejército de Chile, con el objetivo de hallar osamentas humanas que puedan dar respuesta a familiares de víctimas asesinadas en el lugar.
De acuerdo con datos entregados por la Subsecretaría de Derechos Humanos, a nivel nacional y hasta la fecha, aún existen 1.162 personas detenidas desaparecidas.
Las labores de excavación en San Bernardo comenzaron el lunes 5 de mayo con la magistrado Marianela Cifuentes a cargo del caso. Peritos del Servicio Médico Legal (SML) y de la Policía de Investigaciones (PDI) se han encargado de las remociones de tierra en zonas de interés previamente delimitadas con tecnologías que identificaron alteraciones del terreno.
Desde el lunes 12 de mayo, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) se sumó como apoyo a las labores prácticas con el fin de institucionalizar lo que más se pueda el proceso. Fast Check CL visitó el sitio, donde se pudieron constatar las diligencias y obtener el testimonio de la presidenta de la Corporación Memorial Cerro Chena, Mónica Monsalves.
Inédita búsqueda
Mónica Monsalves recorre el lugar que carga gran parte de su historia. El 28 de septiembre de 1973 su padre, obrero ferroviario y dirigente sindical, Adiel Monsalves Martínez, fue detenido junto a ocho compañeros más. «Para mí ese día empieza todo. Yo tenía 4 años, ahora tengo 56», dice Mónica. Su progenitor fue asesinado el 6 de octubre de 1973, mismo día en que él y su madre habían fijado su matrimonio: «Es muy doloroso. Mi madre nunca superó eso, mataron al amor de su vida».
Si bien Mónica pudo recuperar los restos de su padre, ha dedicado su vida a la búsqueda de otras víctimas de desaparición forzada. Hace años se desempeña como presidenta de la Corporación Memorial Cerro Chena que agrupa a los familiares de quienes fueron asesinados en ese sitio. Esto comenzó con su madre, sin embargo, los últimos años ha cargado sobre sus hombros las historias de otras familias y las frustraciones acumuladas en años de espera y búsqueda.

Antes de comenzar, la magistrado Cifuentes recalcó a quienes se iban a encargar de la excavación, la importancia del extremo cuidado y delicadeza que requiere la labor en este caso. Con sus trajes blancos puestos y las maquinarias instaladas, funcionarios del SML y del MOP comienzan el proceso que se realiza de manera meticulosa y sin prisa.
Primero se excava de a poco, luego se llenan unos baldes con tierra los cuales se vierten en un arnero que busca separar la tierra de cualquier objeto contundente que se encuentre en ella. Esto no solo se realiza bajo la inspección de actores estatales, sino que con la presencia de hijos de detenidos desaparecidos e, incluso, una víctima sobreviviente, quienes no despegan los ojos de las labores que podrían dar respuesta a su búsqueda.
Rol del ejército en las excavaciones
Las excavaciones que se están llevando a cabo se consideran inéditas, pues el Ejército de Chile puso a disposición de el terreno que aún utilizan para realizar instrucción militar a conscriptos. Asimismo, se han mantenido alejados del lugar con el fin mostrar respeto frente a los familiares de las víctimas. En 2016 fue la primera vez que los familiares de las víctimas del Cerro Chena visitaron el recinto militar, y de acuerdo con Mónica, al igual que en esta ocasión «ellos – los militares – mantuvieron distancia y nos dejaron solos».
Si bien Mónica insiste en que desde el Ejército «nunca han pedido perdón», valora esta disposición como un punto de inflexión respecto al hermetismo institucional que predominó por décadas. Fast Check CL se puso en contacto con el Ejército de Chile, quienes aseguraron que continuarán en «la misma línea de cooperación, tanto en lo atingente al Plan Nacional de Búsqueda y en el ámbito judicial, así como también en cualquier otra actividad que se derive de las ya indicadas».
Asimismo, indicaron que previo a las labores de búsqueda se realizaron reuniones de coordinación con los equipos de trabajo a cargo, «gestionando y materializando visitas al Archivo General del Ejército, como también efectuando el envío de documentación histórica que ha sido específicamente requerida en este contexto», señalan desde la entidad castrense.
El largo camino de búsqueda
Fabricación de tejas, campos de trigo y elaboración de vino eran las principales actividades económicas que se desarrollaban en la hacienda de la familia García de la Huerta, la cual incluía en sus terrenos el característico Cerro Chena. Sin embargo, en 1970, tras la Reforma Agraria y con el fin de evitar la expropiación, su dueño decidió donar todo el terreno al Ejército. Desde ese entonces y hasta el día de hoy, allí se asienta la Escuela de Infantería de San Bernardo. Sin embargo, el año 2018 una parte del sitio fue declarada por el Estado como Monumento Histórico.
La decisión de excavar no se tomó del día a la mañana. Uno de los principales precedentes fue la querella que Gladys Marín presentó en contra de Augusto Pinochet el año 1998, dando pie a que otras organizaciones de derechos humanos también lo hicieran, entre ellas, los familiares de las víctimas del Cerro Chena, lo que ayudó a que la búsqueda se reanudara. Mónica asegura: «Nosotros teníamos antecedentes de que aquí habían habían inhumado».
Posteriormente, en el año 2001 la Universidad de Chile albergó 89 cajas de cartón con restos óseos pertenecientes a presuntos desaparecidos, sin embargo a causa de una inundación en la bodega donde se encontraban, fueron afectadas por hongos. Algunos de los restos de esas cajas habrían sido encontradas en el sector del Cerro Chena.

De acuerdo con Mónica, esto permitió que, desde febrero del presente año, la zona de la Escuela de Infantería de San Bernardo se encuentra en pericias, llegando las tan ansiadas excavaciones en búsqueda de algún vestigio de quienes fueron detenidos y ejecutados en el lugar.
Este jueves 15 de mayo, el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo, visitará el sitio. Allí recorrerá los lugares de interés y que serán excavados, además sostendrá una reunión con los familiares de detenidos desaparecidos para escuchar sus solicitudes y aprensiones.
Aún no hay hallazgos, pero sí perseverancia
La presidenta de la Corporación Memorial Cerro Chena, cuenta que anteriormente habían interpuesto las demandas penales por el delito de homicidio calificado, pero ahora encontraron «la figura legal que debíamos seguir para poder seguir buscando justicia». Se trata de la inhumación y exhumación ilegal, delitos sancionados por el Código Penal en su artículo N°320.

Instagram @corporacionmemorial
Han pasado más de cincuenta años, «he envejecido en esto» dice Mónica. Hoy, con las excavaciones en curso, llega la sensación de que finalmente se avanza en una lucha de años. «Esta búsqueda de la verdad ha sido gracias al caminar nuestro, y ha sido porque desde el gobierno han tenido voluntad en avanzar y en esclarecer los crímenes», comenta.
Tras una semana completa de diligencias, aún no se han realizado hallazgos significativos, solamente han podido dar con osamentas de animales. Sin embargo, se espera que los procedimientos se extiendan hasta la quincena del mes de mayo. Los familiares de las víctimas no pierden la esperanza de que aparezca algún indicio de sus seres desaparecidos.
«Quizás lo que podamos encontrar de ellos sean huellas. Encontrar un trocito de ellos y que llegue a una identidad. A un perfil genético quiere decir que hemos cumplido en parte ese compromiso con la memoria de ellos», finaliza Mónica, entre una voz quebrada y emociones a flor de piel.
